· el hereje quedó corrido ante aquella proposición, ... consideradlo, hijos míos: el tesoro...

50

Upload: dolien

Post on 09-Feb-2019

227 views

Category:

Documents


0 download

TRANSCRIPT

Page 1:  · El hereje quedó corrido ante aquella proposición, ... Consideradlo, hijos míos: el tesoro del hombre cristiano no está en la tierra, sino en el cielo
Page 2:  · El hereje quedó corrido ante aquella proposición, ... Consideradlo, hijos míos: el tesoro del hombre cristiano no está en la tierra, sino en el cielo
Page 3:  · El hereje quedó corrido ante aquella proposición, ... Consideradlo, hijos míos: el tesoro del hombre cristiano no está en la tierra, sino en el cielo
Page 4:  · El hereje quedó corrido ante aquella proposición, ... Consideradlo, hijos míos: el tesoro del hombre cristiano no está en la tierra, sino en el cielo
Page 5:  · El hereje quedó corrido ante aquella proposición, ... Consideradlo, hijos míos: el tesoro del hombre cristiano no está en la tierra, sino en el cielo
Page 6:  · El hereje quedó corrido ante aquella proposición, ... Consideradlo, hijos míos: el tesoro del hombre cristiano no está en la tierra, sino en el cielo
Page 7:  · El hereje quedó corrido ante aquella proposición, ... Consideradlo, hijos míos: el tesoro del hombre cristiano no está en la tierra, sino en el cielo
Page 8:  · El hereje quedó corrido ante aquella proposición, ... Consideradlo, hijos míos: el tesoro del hombre cristiano no está en la tierra, sino en el cielo
Page 9:  · El hereje quedó corrido ante aquella proposición, ... Consideradlo, hijos míos: el tesoro del hombre cristiano no está en la tierra, sino en el cielo
Page 10:  · El hereje quedó corrido ante aquella proposición, ... Consideradlo, hijos míos: el tesoro del hombre cristiano no está en la tierra, sino en el cielo
Page 11:  · El hereje quedó corrido ante aquella proposición, ... Consideradlo, hijos míos: el tesoro del hombre cristiano no está en la tierra, sino en el cielo
Page 12:  · El hereje quedó corrido ante aquella proposición, ... Consideradlo, hijos míos: el tesoro del hombre cristiano no está en la tierra, sino en el cielo
Page 13:  · El hereje quedó corrido ante aquella proposición, ... Consideradlo, hijos míos: el tesoro del hombre cristiano no está en la tierra, sino en el cielo
Page 14:  · El hereje quedó corrido ante aquella proposición, ... Consideradlo, hijos míos: el tesoro del hombre cristiano no está en la tierra, sino en el cielo
Page 15:  · El hereje quedó corrido ante aquella proposición, ... Consideradlo, hijos míos: el tesoro del hombre cristiano no está en la tierra, sino en el cielo
Page 16:  · El hereje quedó corrido ante aquella proposición, ... Consideradlo, hijos míos: el tesoro del hombre cristiano no está en la tierra, sino en el cielo
Page 17:  · El hereje quedó corrido ante aquella proposición, ... Consideradlo, hijos míos: el tesoro del hombre cristiano no está en la tierra, sino en el cielo
Page 18:  · El hereje quedó corrido ante aquella proposición, ... Consideradlo, hijos míos: el tesoro del hombre cristiano no está en la tierra, sino en el cielo
Page 19:  · El hereje quedó corrido ante aquella proposición, ... Consideradlo, hijos míos: el tesoro del hombre cristiano no está en la tierra, sino en el cielo
Page 20:  · El hereje quedó corrido ante aquella proposición, ... Consideradlo, hijos míos: el tesoro del hombre cristiano no está en la tierra, sino en el cielo
Page 21:  · El hereje quedó corrido ante aquella proposición, ... Consideradlo, hijos míos: el tesoro del hombre cristiano no está en la tierra, sino en el cielo
Page 22:  · El hereje quedó corrido ante aquella proposición, ... Consideradlo, hijos míos: el tesoro del hombre cristiano no está en la tierra, sino en el cielo
Page 23:  · El hereje quedó corrido ante aquella proposición, ... Consideradlo, hijos míos: el tesoro del hombre cristiano no está en la tierra, sino en el cielo
Page 24:  · El hereje quedó corrido ante aquella proposición, ... Consideradlo, hijos míos: el tesoro del hombre cristiano no está en la tierra, sino en el cielo
Page 25:  · El hereje quedó corrido ante aquella proposición, ... Consideradlo, hijos míos: el tesoro del hombre cristiano no está en la tierra, sino en el cielo
Page 26:  · El hereje quedó corrido ante aquella proposición, ... Consideradlo, hijos míos: el tesoro del hombre cristiano no está en la tierra, sino en el cielo
Page 27:  · El hereje quedó corrido ante aquella proposición, ... Consideradlo, hijos míos: el tesoro del hombre cristiano no está en la tierra, sino en el cielo
Page 28:  · El hereje quedó corrido ante aquella proposición, ... Consideradlo, hijos míos: el tesoro del hombre cristiano no está en la tierra, sino en el cielo
Page 29:  · El hereje quedó corrido ante aquella proposición, ... Consideradlo, hijos míos: el tesoro del hombre cristiano no está en la tierra, sino en el cielo
Page 30:  · El hereje quedó corrido ante aquella proposición, ... Consideradlo, hijos míos: el tesoro del hombre cristiano no está en la tierra, sino en el cielo
Page 31:  · El hereje quedó corrido ante aquella proposición, ... Consideradlo, hijos míos: el tesoro del hombre cristiano no está en la tierra, sino en el cielo
Page 32:  · El hereje quedó corrido ante aquella proposición, ... Consideradlo, hijos míos: el tesoro del hombre cristiano no está en la tierra, sino en el cielo
Page 33:  · El hereje quedó corrido ante aquella proposición, ... Consideradlo, hijos míos: el tesoro del hombre cristiano no está en la tierra, sino en el cielo
Page 34:  · El hereje quedó corrido ante aquella proposición, ... Consideradlo, hijos míos: el tesoro del hombre cristiano no está en la tierra, sino en el cielo
Page 35:  · El hereje quedó corrido ante aquella proposición, ... Consideradlo, hijos míos: el tesoro del hombre cristiano no está en la tierra, sino en el cielo
Page 36:  · El hereje quedó corrido ante aquella proposición, ... Consideradlo, hijos míos: el tesoro del hombre cristiano no está en la tierra, sino en el cielo
Page 37:  · El hereje quedó corrido ante aquella proposición, ... Consideradlo, hijos míos: el tesoro del hombre cristiano no está en la tierra, sino en el cielo
Page 38:  · El hereje quedó corrido ante aquella proposición, ... Consideradlo, hijos míos: el tesoro del hombre cristiano no está en la tierra, sino en el cielo
Page 39:  · El hereje quedó corrido ante aquella proposición, ... Consideradlo, hijos míos: el tesoro del hombre cristiano no está en la tierra, sino en el cielo
Page 40:  · El hereje quedó corrido ante aquella proposición, ... Consideradlo, hijos míos: el tesoro del hombre cristiano no está en la tierra, sino en el cielo
Page 41:  · El hereje quedó corrido ante aquella proposición, ... Consideradlo, hijos míos: el tesoro del hombre cristiano no está en la tierra, sino en el cielo
Page 42:  · El hereje quedó corrido ante aquella proposición, ... Consideradlo, hijos míos: el tesoro del hombre cristiano no está en la tierra, sino en el cielo
Page 43:  · El hereje quedó corrido ante aquella proposición, ... Consideradlo, hijos míos: el tesoro del hombre cristiano no está en la tierra, sino en el cielo
Page 44:  · El hereje quedó corrido ante aquella proposición, ... Consideradlo, hijos míos: el tesoro del hombre cristiano no está en la tierra, sino en el cielo
Page 45:  · El hereje quedó corrido ante aquella proposición, ... Consideradlo, hijos míos: el tesoro del hombre cristiano no está en la tierra, sino en el cielo
Page 46:  · El hereje quedó corrido ante aquella proposición, ... Consideradlo, hijos míos: el tesoro del hombre cristiano no está en la tierra, sino en el cielo
Page 47:  · El hereje quedó corrido ante aquella proposición, ... Consideradlo, hijos míos: el tesoro del hombre cristiano no está en la tierra, sino en el cielo
Page 48:  · El hereje quedó corrido ante aquella proposición, ... Consideradlo, hijos míos: el tesoro del hombre cristiano no está en la tierra, sino en el cielo
Page 49:  · El hereje quedó corrido ante aquella proposición, ... Consideradlo, hijos míos: el tesoro del hombre cristiano no está en la tierra, sino en el cielo
Page 50:  · El hereje quedó corrido ante aquella proposición, ... Consideradlo, hijos míos: el tesoro del hombre cristiano no está en la tierra, sino en el cielo